Parque Nacional Mburucuyá

Era una decisión complicada. Estábamos en Carlos Pellegrini , al sudeste de corrientes (casi centro, pero con un estero que nos tapaba la posibilidad de ir en línea recta). Fue cuando dijimos, “no podemos perdernos de ese lugar”. Ahí mismo tomamos nuestras mochilas y emprendimos el viaje. Primero hasta mercedes de vuelta y luego hasta las cuatro bocas (donde se cruzan la ruta nacional 12 y la 24… creo) con un colectivo de larga distancia. De allí un colectivo de línea que pasa por Saladas y luego llega al pueblo de Mburucuyá. En la plaza central del pueblo, se encuentra la oficina de intendencia del parque, la cual cuenta con mucha folletería interesante. De ahí hasta la zona para acampar del parque, son 25Km, sin medios de transporte más que un remís. Ya en el parque nos encontramos con un casco antiguo muy interesante el cual se puede recorrer mediante un sendero histórico.

¿Por qué un sendero histórico? Este lugar tiene más historia de la que podemos imaginarnos. En 1928 se establece un danés llamado Nils Peter Pedersen, el cual adquirió las tierras de la estancia santa teresa. Este hombre, un respetuoso de la naturaleza, se estableció allí como agricultor y ganadero, pero con unas pocas cabezas de ganado ya que no quería destruir el ecosistema silvestre de este sitio. Al establecerse allí, contrató varios peones a los cuales les construyó una casa dentro de sus tierras. A los años llegó su hijo el cual investigó la fauna y flora del lugar y mantuvo la postura de su padre (cultivos escasos y pocas cabezas de ganado). En 1991 donó a Administración de Parques Nacionales 17660Has en unas condiciones excelentes. Parques Nacionales no tuvo que reacondicionar las tierras porque estaban extremadamente cuidadas y, como política de ellos, contrató a las personas que vivían dentro del parque para trabajar en él.

El Parque Nacional Mburucuyá cuenta con 3 senderos, el ya mencionado sendero histórico, y dos más, en los que abunda la vida silvestre y los paisajes naturales. Uno de ellos, el más largo, es el sendero Yatay (llamado así por la gran cantidad de estas palmeras). Estas palmeras particulares, para concretar su ciclo de vida requieren de una fuerza bastante peculiar, el fuego. Estos campos eran invadidos por el fuego con una periodicidad elevada, los cuales quemaban las pasturas bajas dejando lugar al crecimiento de estas palmeras (que poseen semillas resistentes al fuego), ya que necesitan gran cantidad de luz solar para crecer. Las palmeras de gran porte se las ve quemadas, pero su copa llena de hojas verdes, ya que son muy resistentes al fuego.

Este sendero, de 6200 metros ida y vuelta, termina en el estero Santa Lucía, donde hay una particular muellecito del cual, nosotros no llegamos a observarlo con agua. Desde allí hay una vista panorámica de varios kilómetros.

¿Recomendaciones para recorrer este sendero? Lleven gorro y algo para tomar. El recorrido se hace en aproximadamente 3 horas, pero hay muy poca sombra.

Por otro lado, y el último de sus senderos, es el Che Roga.

A él se accede caminando desde la seccional de guardaparques por la ruta hasta la escuela (que forma parte del casco histórico), donde se observa una pequeña entrada a un bosque en galería. Es un recorrido de aproximadamente 2600 metros, casi todo cubierto bosque. En este sendero se pueden ver tres espejos de agua, los cuales hay yacarés, carpinchos, corzuelas, zorros, etc. (aunque muchos de estos se los puede ver en el mismo camping). Lo particular de este sendero es que es autoguiado, ¿qué es esto? hay gran cantidad de carteles, comentados por un aguará popé, que van comentando sobre lo que se va viendo en el recorrido. En este recorrido abundan los árboles de gran porte, espinillos, varias epífitas, etc.

Pero este parque no es solo un montón de senderos, hay varios kilómetros de ruta que lo cruzan, lo cual genera un cuarto sendero. Aprovechando lo poco transitada de esa ruta, se pueden divisar cantidad enorme de animales como carpinchos, yacarés, zorros, cantidades de aves, algunas en peligro de extinción como la Monjita Dominicana, el Yetapá de collar, y otras difíciles de ver, como el Urutaú, y muchas del sotobosque.

Una recomendación para desfrutar mucho más este parque, es llevar una linterna grande, ya que la noche esconde muchos más misterios de lo que uno imagina. Se pueden ver ojos brillando por todos lados. No sólo animales, sino sonidos encantadores, propios de un lugar tan agreste como Mburucuyá

Por último, cabe destacar de nuevo la inmensidad del parque, con aproximadamente 17660Ha, especies únicas, con varias regiones naturales como la selva paranaense y la llanura chaqueña.

Espero que se animen y viajen, es un lugar hermoso para los naturalistas, para los que nos bañamos pocos (no hay duchas pero si baños) y requerimos de pocos recursos (no hay proveeduría, así que hay que llevar todo lo que se pretende comer).

Esteros Del Iberá

Ante sus ojos, un parque natural bellísimo, lleno de aves, mamíferos, reptiles, todo tipo de arañas; en resumen, el paraíso para un naturalista. Todo esto en los Esteros del Iberá (del Guaraní, I-berá: aguas que brillan), en los esteros… ¿qué es un estero? El día que llegamos a colonia Carlos Pellegrini, se me planteo tanto a mí, como a mi amigo y compañero de viaje Andrés esta pregunta. Al rato nos dimos cuenta que realmente no sabíamos la respuesta, y creo que la mayoría de las personas no saben en concreto que es un estero, sino que se lo imaginan (un lugar con agua, charcos y pantanos). Bueno, para adentrarnos en los Esteros del Iberá voy a definir esteros como una determinada zona pantanosa (no estábamos muy errados) que suele llenarse de agua por inundación, no llegan afluentes de río o, en tal caso,  si llegan sólo entran en contacto cuando el río desborda. Generalmente conservan el agua en la época de sequía. Volviendo a Iberá, la ciudad más cercana a la zona turística se llama Mercedes. Mercedes es una de las grandes ciudades de Corrientes, que por lo poco que vi, tiene escasos atractivos. A dos horas y media aproximadamente tenemos la colonia Carlos Pellegrini (se puede llegar en auto particular, o en colectivo, que sale de lunes a sábado a las 12Hs de la terminal de mercedes), un pueblo pequeño, inserto en el Parque Provincial Esteros del Iberá, que vive totalmente del turismo. Allí podes acampar (costando, a la fecha, $45 la primer noche y $35 las demás), comprar víveres (no les recomiendo la carne), salir a comer a uno de sus tantos comedores y restoranes; y también pueden hacer buena vida e ir a uno de sus hoteles con Spa y toda la chuchería.

Si bien el pueblo no es más que eso, un pueblo, a escasos 2 kilómetros (cruzando un puente) tenemos el puesto de guardaparques y sala de interpretación de la reserva. Y es aquí donde empieza la aventura. Si bien dentro de lo que es el Camping Iberá podes ver unos cuantos Yacarés, otros tantos Carpinchos y muchos Ipacaás entre otros tantos animalejos, en la Reserva hay mucho para entretenerse.

La reserva consta de dos senderos, uno circular, bastante corto donde podes encontrarte con Monos Aulladores (con suerte) y unas cuantas aves (aunque es muy frondoso y se hace difícil divisarlas). El otro sendero es más largo, con un único camino que se bifurca varias veces, pero todos llegan al mismo lugar. Este sendero es más atractivo, ya que tenemos parches de vegetación frondosa (como mini bosques) intercalado por zonas de pastizales altos y medios. Esto hace un perfecto lugar para ver todo tipo de aves, ya que tenemos aves de pastizal, de bosque y, lo más jugoso, los bordes de los parches boscosos donde se puede ver todo tipo de ave. De día se puede ver mamíferos tales como Carpinchos, Guazuncho (o Corzuela), Ciervo de los Pantanos, Zorros, etc; de noche se puede ver Vizcachas, Comadrejas, y muchos más.

También podemos encontrar en el medio del bosque matices hermosos, vueltas complicadas, y un mundo de árboles sobre árboles. Es completamente hermoso!

La Reserva Provincial Iberá consta de 1.200.000Has protegidas (es el segundo humedal más grande del mundo, siendo el primero El Pantanal de Brasil) de las cuales 600mil pertenecen a estancias privadas, otras 150mil a Douglas Tompkins y las restantes 450mil a la provincia de Corrientes (La laguna Iberá, donde se encuentra la Colonia Carlos Pellegrini, es la mayor de todo el sistema de lagunas de los esteros, siendo esta de 5500Has). Hay una gran puja entre Administración de Parques Nacionales y Parques Provinciales de Corrientes por los esteros del Iberá, ya que este es el parque natural más grande de la Argentina y de gran valor (tanto ecológico como para la economía de la zona). Tompkins desea entregar las tierras pero con la condición de que Parques Provinciales de Corrientes ceda las tierras a Parques Nacionales. Es una situación tensa y complicada, ya que la gente del lugar teme que se trasladen las tierras a Parques Nacionales, y con ello perder su emprendimiento con el parque (por ejemplo, salidas nocturnas, hoteles, etc.), aunque Tompkins  pide que cada poblador pueda seguir desarrollando su actividad en la reserva.

En lo que es el parque, y todos sus alrededores, hay un montón de atractivos y todos ellos de la mano con la naturaleza.

Es un hermoso lugar para ir a disfrutar del aire libre, y con ello la amplia diversidad de animales que hay para ver, que es uno de los atractivos más grande del lugar (la mayor parte de los visitantes se acercan para hacer ecoturismo, siendo esto la mayor fuente de ingresos).

Si les gusta el ecoturismo, les recomiendo en gran medida este lugar, ya que todo y cada uno de los pobladores está aprovechando dicha actividad y tiene una relación muy alta entre naturaleza/turismo. Aunque, no se olviden que, de todas formas, es un lugar muy turístico, por lo que el ecoturismo está muy antropizado, y los animales muy acostumbrados a ello.

Más información: http://www.esterosdelibera.com/  http://www.ibera.gov.ar/

Por último, les dejo una foto del animal que está en el logo de la reserva, ni más ni menos que el Cardenal Común (Paroaria coronata)